Todos los estudios científicos coinciden en que mantener una dieta saludable significa incluir frutas y verduras de manera habitual en la dieta. Sin embargo, ¿cuál es la manera de prepararlas para disfrutar al máximo de todos sus nutrientes? El problema con las vitaminas es que se pueden degradar y desaparecer en parte de los alimentos. Por eso, es importante seguir una serie de consejos para poderlas disfrutar al máximo.
Una manera de empezar con buen pie es apostar por verduras bio como las que podemos encontrar en Mj Agroasesores. El cuidado en el cultivo y en la recolección son una parte importante de la ecuación para que las frutas y las verduras lleguen en las mejores condiciones a nuestra mesa. Los controles de calidad y las técnicas respetuosas con el medio ambiente ayudan a una mejor conservación de las propiedades de los vegetales.
Otro consejo importante es comprar solo las cantidades que vayamos a consumir en los siguientes dos o tres días. No solo evitaremos el despilfarro de alimentos, sino también que se degraden. Las largas estancias en la despensa o en la nevera no son apropiadas para la mayoría de las frutas y verduras. Una buena planificación de los menús es fundamental para conseguir ser más eficientes en la cocina.
La preparación previa de los ingredientes también es importante. Lavar los vegetales antes de trocearlos y durante pocos segundos ayuda a conservarlos mejor. De nuevo, una ventaja de los métodos ecológicos y bio, que llegan a tu mesa libres de sustancias contaminantes. También se deben cortar y preparar inmediatamente antes de prepararlas o consumirlas, ya que el aire y la oxidación que conlleva tampoco son buenos aliados.
Cuanto menos calor, mejor
A la hora de mantener las vitaminas durante el cocinado tenemos que evitar la presencia de dos elementos: agua y, sobre todo, calor. Cuanto más tiempo cocinemos un alimento más vitaminas va a perder, así que es importante no sobrecocinar las verduras. Se puede elegir cualquier método mientras que evitemos tiempos prolongados. Esto es especialmente importante para conservar la vitamina C.
En cuanto al agua, muchas vitaminas tienden a pasar al agua de cocción. Esto no es un problema si vamos a aprovecharla para hacer un caldo, pero sí lo puede ser si vamos a desecharla. Es mejor cocinar las verduras con métodos que empleen poca agua, como las preparaciones al vapor. También es recomendable introducirlas en la olla cuando ya está hirviendo y retirarlas del fuego en cuanto están al punto deseado.
Si se hacen en la sartén, mejor emplear métodos cortos y con poco aceite. La tempura, en la que las verduras están en el fuego apenas dos o tres minutos, es un buen método de cocinado. Otra buena opción es el microondas. A pesar de estar muy denostado y de todas las informaciones negativas que circulan sobre él por Internet, lo cierto es que es una manera segura y rápida de cocinar los vegetales que, de hecho, elimina menos nutrientes que otros métodos, según han demostrado varios estudios científicos. La clave está en que son cocinados muy cortos y que emplean poca agua.
¿Y si las consumimos crudas?
Es sin duda la opción más natural y la que conserva la mayor cantidad de nutrientes. No obstante, no todas las verduras pueden consumirse en crudo. Y de las que sí se pueden tomar algunas pueden causar problemas de indigestión a determinadas personas. El brócoli es un buen ejemplo de esto. Otras verduras que se pueden tomar en crudo son, aparte las habituales en las ensaladas, las espinacas, zanahorias, coles o berros. En todo caso es necesario masticarlas bien para ayudar a la digestión.
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